17 May Caren y Fred
“El asilo es muy reconfortante, las abuelas les gusta conversar con quienes las visitan. Pensamos que puede ser una buena ocasión para que enfermeras o asistentes en salud o personas que quieran trabajar con ellas vengan y ayuden…”
Vinimos al Perú, por su gente, su cultura, el lenguaje (por eso quisimos aprender castellano)….pero lo que más deseábamos hacer era realizar un trabajo de voluntariado donde podamos.En internet encontramos a Ceica Peru Spanish y nos contactamos con Sofia. También nos contactamos con Victor, un trabajador de Solidaridad en Marcha, él nos mostró una serie de posibilidades y nosotros escogimos el Asilo San Vicente de Paul, Ahí nos encontramos con 38 abuelas que necesitan ayuda en muchos sentidos. Muchas tienen una historia triste, han sido abusadas, abandonadas, dormían en la callle, estaban malnutridas o no tenían un hogar; casi todas tienes problemas físicos y mentales. Se les brinda una cama, cuarto y alimentos diarios. Los voluntarios que las cuidan trabajan muy duro pero con mucho entusiasmo, cocinan, limpian, les cambian los pañales y les dan los cuidados médicos básicos. Muchas de las abuelas se valen por sí mismas pero algunas son ciegas y necesitan ayuda; otras van al comedor en sillas de ruedas.El trabajo en el asilo es muy reconfortante, las abuelas les gusta conversar con quienes las visitan. Pensamos que puede ser una buena ocasión para que enfermeras o asistentes en salud o personas que quieran trabajar con abuelas vengan y ayuden.Caren y Fred